JESÚS Y EL BURRITO
DIENTÓN, EL BURRO VANIDOSO
Un burro llegó a su casa feliz y
contento, estaba muy orgulloso
porque le había sucedido algo
increíble...
Su mamá le preguntó: ‘Hijito,
¿por qué llegas tan contento y
tan altivo?’. El burro le respondió: ‘Ay
mamá, sabes que hoy cargué a
un hombre, un tal Jesús, y
cuando entramos a Jerusalén
todos me decían: Viva, viva,
bendito... viva, viva… y me
lanzaban flores y ponían ramos
de alfombra a mis pies.
¿No es tremendo? por fin alguien reconoce todo lo que
valgo’.
“Entonces la madre le dijo: ‘Vuelve otra vez a la
ciudad, hijo, pero no cargues a nadie, promete que no
cargarás a nadie más’.
“Al otro día el burro vanidoso fue a la ciudad pero
regresó llorando. Tan triste estaba que su mamá le
preguntó: ‘¿Qué te pasa, hijo mío?’. ‘Mamá, nadie se
fijó en mí en la ciudad, me ignoraron, pasé
desapercibido entre las personas y hasta me echaron
de la ciudad’.
“La mamá lo miró y le dijo: ‘Hijito, ¿tú sabes porqué
te pasó eso? Porque tú sin Jesús... ¡no eres nada más
que un burro!’.
Algo así le sucedió al Burrito Dientón.
Un burro llegó a su casa feliz y
contento, estaba muy orgulloso
porque le había sucedido algo
increíble...
Su mamá le preguntó: ‘Hijito,
¿por qué llegas tan contento y
tan altivo?’. El burro le respondió: ‘Ay
mamá, sabes que hoy cargué a
un hombre, un tal Jesús, y
cuando entramos a Jerusalén
todos me decían: Viva, viva,
bendito... viva, viva… y me
lanzaban flores y ponían ramos
de alfombra a mis pies.
¿No es tremendo? por fin alguien reconoce todo lo que
valgo’.
“Entonces la madre le dijo: ‘Vuelve otra vez a la
ciudad, hijo, pero no cargues a nadie, promete que no
cargarás a nadie más’.
“Al otro día el burro vanidoso fue a la ciudad pero
regresó llorando. Tan triste estaba que su mamá le
preguntó: ‘¿Qué te pasa, hijo mío?’. ‘Mamá, nadie se
fijó en mí en la ciudad, me ignoraron, pasé
desapercibido entre las personas y hasta me echaron
de la ciudad’.
“La mamá lo miró y le dijo: ‘Hijito, ¿tú sabes porqué
te pasó eso? Porque tú sin Jesús... ¡no eres nada más
que un burro!’.
Algo así le sucedió al Burrito Dientón.
- Puedes escuchar su canción aquí.